Laurita es una niñita que juega con sus amiguitas (suena a cuento ñoño xD). Que si agarra que te pillo, que si te pillo que te agarro, que si ella la lleva, que si la lleva ella.

Cansada de correr con sus amiguitas decide que jugarán al escondite. En uno de los jueguecitos, Laurita, baja unas escaleritas próximas a la piscinita de su jardincito y se encuentra un animalito, un gatito.

Gatito, gatito, -llamaba Laurita al gatito-. Gatito, gatito, ven aquí un poquito, -pero el gatito no se movía.

La niñita deprisita fue a explicárselo a su tito. Titotitotitito, veeeeeeeenn que hay un gatito en las escaleritas y no viene cuando le llamooooo.

Estirándole de la manga de la camisita el titotitotitito es arrastrado hasta las escaleritas. Una vez allí va bajando los peldaños uno a uno, hasta dar con la imagen del gatito.El gatito yace de costado, con una herida en la panza. Está muerto.

Como buen ciudadano que es, el titotitotitito llama a su ayuntamiento para que recojan al animal. Después de unos minutos de espera, la señorita del departamento correspondiente le dice que hoy no pueden pasarse, que sólo trabajan hasta las 3, y que pasarán a por el animalito a partir de las 7 de la mañana.

En todo momento, tanto el caballero que atiende al titotitotitito como la señorita le indican que si la recogida es en la calle el servicio es gratuito pero que si es en una zona privada el coste es de 34 euros (sin indicar si es con impuestos o sin ellos).

A pesar de decirle que el acceso al jardín no requiere la intervención de ningún habitante e indicarle que el barrio sufre de una plaga de gatos callejeros, que el gato “és del carrer” y no de un particular, la señorita insiste en que no se quiere meter en ningún lío y que si está en un sitio privado han de cobrar por ello, aunque veladamente insiste en que dejándolo en la calle la recogida es gratuita.

Laurita y su titotitotitito se van a su casita calentita a comer un chocolatito y a ver en la tele unos dibujitos.

Moraleja: si un animalito se te muere y no quieres enterrarlo (o tirarlo a la basura/retrete) lo dejas en la calle, llamas al ayuntamiento y ya se lo llevarán para incinerar/tirar ellos, ahorrándote pagar esos 34 euros pero asqueando a los transeuntes que por allí pasen.