Salgo de examinarme de la universidad y para no perder la costumbre me dirijo a un supermercado (debe ser por inercia ya que luego compro lo mÃnimo y a veces nada).
Compro tres cosas y salgo a subir la cuesta (sÃ, la p… cuesta xD) pero por la vertiente vidilla (otra cuesta al fin y al cabo y con un desnivel final de +20m, pero con tiendas).
Entro en el súper (sÃ, otro súper) a comprar alguna cosa. Principalmente entro a por un par o tres de refrescos supuestamente energizantes y veo que el precio ya no es de a 0,44€ ha subido a 0,50€ la unidad. Ladrones.
A pesar de todo sigue costando menos de la mitad que el de la marca más popular, pero es por el precio de uno compro -compraba, sigh- tres de los “baratos” (me han acabado sabiendo mejor que los otros).
Ya que estoy compro un sobre con dos paquetes de chicles sin azúcar (20 unidades en total) de hierbabuena-melón (1,40€) y una bolsa de ensalada ya preparada (lechuga, zanahoria, col lombarda) de 200g. (0,59€) que me sirve para 3 generosas raciones o 4 si no lo son tanto. Con un poco de aceite de oliva y queso rallado es perfecto para meterlo dentro de un pan caliente y comerlo (un dÃa de estos recuperamos la sección de cocina que he de preparar una tarta en breve con un ingrediente que causará sorpresa).
Con tanto comentario entre paréntesis (tiene un nombre que ahora no recuerdo) me desvÃo del propósito de la entrada de hoy. A lo que iba, hora de pasar por caja. Tres cajas abiertas.
Me voy a donde está la mujer (no és nouvinguda) que más diligente es y deposito en la cinta mis productos.
Que si los chicles, las latas, una barra de pan, unas lonchas de jamoncito curado, un paquete de paquetes de pan tostado (me he aficionado a la mermelada de melocotón sin azúcar, ¡deliciosa!) y finalmente las latas de soda (léase refresco).
La tipa es tan apta en su trabajo que saca bolsas (lo sé, deberÃa llevar una bolsa de tela de casa, ahora recuerdo una que habÃa en casa de pequeño de esas que se plegaban para no ocupar espacio y que se podÃa transportar en un bolsillo trasero de un pantalón o en el bolso y eran fuertes fuertes) y antes de meter nada agarra una bolsa de las grandes con asa (para mà son las medianas porque tienen otras enormes sin asa para los pedidos a domicilio) y me dice que mejor en ésa para que quepa todo mejor y no se rompa el pan.
¡Milagro!, una a la que no he tenido que pedirle la bolsa grande (por mediana no se enteran) porque es tedioso llevar el pan en las normales (balanceándose las barras a la mÃnima se suicidan estampándose contra el sucio asfalto).
Por si fuera poco coloca los alimentos como se deben colocar, con cabeza, como a mà me gustan (no suelo dejar que me coloquen las cosas porque llenan mil bolsas de mala manera y luego no se transportan bien, por lo que me toca agradecerles el esfuerzo diciéndoles que ya lo hago yo que no se preocupen). Las latas las coloca en otra bolsa de las normales “para que no se rompa el pan”.
Pago y camino a casa vÃa la p… cuesta.
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