Frío, mucho frío, mala noche. Cuando los demás duermen, yo me despierto mil veces con frío, mucho frío. Suerte de los mini vasitos de leche con miel, pero el frío, el mucho frío, no se pasa.

Me acabé acostando a las 2 por culpa de las fotos de una KDD que nunca llegaban… jodidos módems de 56… La web, por si alguno quiere ver a los 4 “monstruos” pulsando aquí.
Son las las 7 y 13, aprovecho para poner una lavadora (tengo frío pero soy práctico) mientras intento recordar los temas pendientes que tenía por explicar. Lo haré escuétamente.

Leyendo, ayer, una noticia sobre la captura de un calamar gigante de 40 kilos y un metro de longitud, me vino a la memoria el canisheto y la imagen de un calamar redondo tipo envasado. Seguramente en otro momento lo explicaría más graciosamente, pero tengo frío, mucho frío.

Tenía un segundo tema, este hace días, sobre la excepcional lluvia de estrellas, que puede apreciarse desde finales de julio, las “Perseidas”. En mente tenía todo un rollo, pero me quedaré con que ayer, estando de compras después de trabajar y de vuelta a casa, esperando al bus que me subiera gran parte de la cuesta existente hasta llegar a casa, mirando al cielo, vi el débil destello moribundo de una estrella cayendo a gran velocidad y, como es menester, pedí mi deseo. No tengo fe alguna en que se cumpla, pero yo lo pedí igual.

Frío, mucho frío, a ver si se va con una ducha de agua caliente. Que tengáis un precioso día y a quiénes aún no fuisteis a dormir, un reposo placentero y un bonito despertar.