Acto primero. Esta mañana poco después de empezar a trabajar me he “escapado” al banco a retirar una buena cantidad de euros que, si nada cambia, de aquà a unas horas me harán falta. Se nota que los billetes “grandes”, de 100, 200 y 500 no circulan mucho, porque siempre que voy a sacar dinero se empeñan en preguntarme si me importa que me los den de 100 y gustosamente acepto puesto que el dinero, dinero es.
Acto segundo. Antes de volver al trabajo, hice una parada en el caprabo, voy a pagar (3.15€) con un billete de los de 100 y para variar no tenÃan cambio. En una de las conversaciones, y por esto cuento esta historia, la cajera que lleva casi un año trabajando ahà y llamándome señor cuando ha tenido, ocasionalmente, que referirse a mÃ, va y le dice al compañero, “tráeme cambio para este chico”, me ha llamado chico!!!! me ha alegrado parte de la mañana xDDDD Hay que ver lo que hace el tener una cara más estilizada xD. Aunque la alegrÃa me ha durado poco, lo justo en volver a trabajar, sacar la máquina y cortar hierba.
Hay profesiones o trabajos que no parecen que entrañen riesgo alguno, pero eso de pasar la máquina por encima de trozos de piñas (¡hola ardillita!, sé que no sabes leer y eres feliz en tu mundo, pero si algún dÃa las ardillas, por esas cosas de la vida, llegaran a leer -que al igual ya saben- aquà queda mi saludo para ti. Ve a robar billetes de euros, los guardas y otro dÃa cuando nos veamos te los cambio por piñones xD) hace que salgan propulsados en cualquier dirección y ya me he llevado 2 rebotes en los brazos, 1 en una pierna y 1 en el cuello, menos mal que no me ha dado bien dado porque asà la hubiera podido diñar xD
Te quedan 17h para impedir que compre los billetes y te ponga el culo morado (o lo intente).
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